Imágenes de paisaje: Recurrir a la típica imagen de una ciudad o un paisaje que no sabemos ni dónde está, no es una opción. Tiene mucho más sentido que juguemos con fotografías hechas por nosotros, que nos recuerden en lugares donde hemos estado o que nos trasladen a un momento agradable.
Marcos de fotos: Tienen que estar en el espacio porque son una forma de hacerlo más tangible y personal, pero debemos vigilar con el número porque puede generar fácilmente sensación de caos visual. Un límite de dos imágenes por estancia máximo, siempre bien cuidadas y en un marco estético.
Piezas de arte vintage: Pueden ser una muy buena opción para diseños de estilo más moderno. Los marcos clásicos dorados y de imágenes clásicas pueden quedar muy bien en un ambiente completamente moderno. Además las podemos conseguir fácilmente a precios muy reducidos.
Piezas de arte contemporáneo: Una opción fácil para modernizar un espacio muy clásico. En este caso jugaríamos con piezas de arte de estilo abstracto y en colores vivos y saturados que marquen la diferencia.
Vuelven los tapices: Las grandes prendas de textil a para vestir las paredes de nuestra casa son una opción más original y rompedora. Técnicas como el macramé o las obras hechas con fibras vegetales son también estéticas muy actuales.
La pintura matérica: Una técnica en auge que mezcla los materiales con la pintura. Refleja la tridimensionalidad de los materiales en las obras de arte y aporta una textura impresionante al espacio. Se utilizan materiales como el polvo de mármol, polvo de cuarzo, cobre, madera…
Sí a las esculturas: Las podemos traer de viajes, jugar con sus alturas, materiales, combinar clásicas con modernas y conseguir un mayor interés. Si le queremos dar mayor importancia a alguna de ellas en el espacio un buen recurso puede ser colocarla sobre un pedestal. Estas son las esculturas emblemáticas de Coblonal.