En decoración de interiores, un estilo es una forma particular de decorar un espacio, siguiendo determinadas pautas, formas, composiciones, colores, arquitectura y mobiliario que a menudo están relacionados con un contexto sociocultural determinado. Y es que los estilos han pasado a convertirse en influencias, referencias, puntos de partida que cada uno hace suyos y que adapta a su entorno, gustos y personalidad. Desde la elegancia del minimalismo hasta la calidez del estilo rústico, descubre cuál se adapta mejor a la personalidad y necesidades de tu casa.
El minimalismo es uno de los estilos de decoración de interiores que destaca por la extrema sencillez de las formas, los ambientes diáfanos, las formas geométricas básicas, las líneas puras y los colores neutros. Todo ello con el objetivo de encontrar el equilibrio y la armonía en cada detalle de la decoración. Un estilo que busca la simplicidad y la funcionalidad, y eliminar todo lo superfluo para dar paso a espacios abiertos y ordenados.
Los colores predominantes son los tonos como blanco, gris y negro, que contribuyen a que el espacio desprenda una sensación de calma y serenidad. El mobiliario se caracteriza por sus líneas rectas y sencillas, con piezas multifuncionales que optimizan el espacio disponible.
Para implementarlo en tu casa, reduce los elementos decorativos y apuesta por una paleta de colores uniforme.
Inspirado en fábricas y naves industriales, el estilo industrial combina elementos modernos con materiales en bruto. Uno de sus rasgos distintivos son los espacios amplios y abiertos en los que las estructuras como las vigas o las paredes de ladrillo u hormigón se mantienen visibles.
La paleta de colores es neutra, con tonos metálicos y de madera natural que aportan ese aspecto robusto y auténtico tan característico de las naves industriales. Por lo que respecta a las piezas de mobiliario, incluye muebles con metal y madera maciza, a menudo con un aspecto desgastado, y luces tipo foco que aportan un toque vintage.
Un estilo libre y creativo que refleja una vida artística y nómada, destacando por su mezcla de colores y texturas vibrantes. Y es que los espacios bohemios son acogedores, llenos de personalidad y presentan una combinación de tejidos de estilo étnico, muebles antiguos y artesanales y plantas que aportan vida y frescura al espacio.
La paleta de colores incluye tonos como el rojo, el naranja o el turquesa, que aportan vitalidad y calidez al entorno que visten. Si quieres apostar por seguir esta línea temática en tu casa, mezcla tejidos de diferentes culturas, añade almohadas y alfombras y utiliza objetos de arte y coleccionismo para dar un toque personal y único a tu hogar.
Para los amantes de la diversidad, el eclecticismo es una opción perfecta. Este estilo conjuga en un mismo espacio diferentes épocas para crear una decoración única que desprende sello y impronta propia.
Los espacios eclécticos se caracterizan por ser dinámicos, llenos de contrastes y con una paleta de colores variada y sin restricciones. El mobiliario es una mezcla de piezas modernas y antiguas, con elementos decorativos auténticos que aportan un extra de carácter y originalidad a los espacios.
Se caracteriza por el predominio del color y las formas y el uso de elementos antiestéticos y llamativos. Los tonos rosa chicle, azul cielo, rojo o verde manzana son muy habituales y las texturas son muy variadas: pieles sintéticas, alambre, plástico, vidrio y papel.
Además, podemos encontrar objetos tan originales como las luces de lava, los muebles de formas extrañas, accesorios alocados y todo tipo de elementos relacionados con el arte y este tipo de cultura.
En los años 20 y 30, se popularizó este estilo, conocido por su elegancia y sofisticación gracias al uso de formas geométricas, materiales lujosos como el mármol y el vidrio, y colores vivos como el dorado, el negro y el rojo.
Los espacios art deco son opulentos y glamurosos. A menudo aparecen vestidos con mobiliario que incluye detalles dorados y superficies brillantes. Para implementar este estilo en tu hogar, te recomendamos optar por muebles con líneas y estampados geométricos, añadir espejos y accesorios dorados y utilizar tejidos lujosos como el terciopelo para crear un ambiente sofisticado.
Basado en la nostalgia y apreciación por los objetos del pasado. Los espacios vintage apuestan por los muebles y accesorios antiguos, a menudo restaurados, para darles una segunda vida. Los colores son suaves y acogedores, con tonos pastel como el rosa, el azul o el verde.
La reutilización de materiales para usos no previstos inicialmente como palés de madera, o bien, la recuperación de piezas de diseño vintage en entornos modernos es un recurso habitual que suele dar muy buenos resultados.
Un estilo inspirado en las décadas de los años 50, 60 y 70. Cargado de color y patrones, el estilo retro incluye una paleta de tonos vivos como el naranja, el verde y el amarillo. El mobiliario tiene formas redondeadas y con frecuencia incorpora materiales plásticos y vinilos.
Para vestir tu casa de este estilo, utiliza colores y patrones alegres, combinados con elementos modernos para crear un ambiente dinámico.
Un esquema decorativo acogedor y cálido, basado en el uso de materiales naturales y muebles de madera natural, piedras y tejidos como lana y algodón. Y es que los espacios rústicos son cómodos y llenos de carácter. La paleta de colores incluye tonos tierra, beige y verde, que aportan una sensación de confort y bienestar.
Inspirado en el mar y en la vida costera, el estilo náutico crea espacios frescos y relajantes, gracias a una gama cromática que juega con los tonos neutros, blancos, azul y arena.
El mobiliario es simple y funcional, a menudo hecho de materiales como la madera pintada y ratán. Si consideras incorporar el sello náutico en tu hogar, añade elementos decorativos como cuerdas y objetos marinos para conseguir confeccionar un ambiente fresco y relajante que te transporte a la costa.
Frescura, serenidad y tranquilidad. Estos son algunos de los adjetivos que definirían este estilo, inspirado en la decoración de las casas de verano de la costa mediterránea. Y es que los espacios mediterráneos están llenos de luz natural, ventilados y con colores claros, blancos, azul y suelo. Todos ellos, se caracterizan por incorporar mobiliario simple y funcional, a menudo confeccionado a partir de materiales naturales como la madera y el ratán.
El estilo Zen busca la armonía y el equilibrio a través de la sencillez. Materiales naturales, pocos elementos y presencia de fragancias. Se utilizan colores claros y tonos neutros. Los muebles presentan líneas rectas y simples que invitan a la orden y casi siempre mantienen el color de la madera natural.
Cada uno de estos estilos de decoración ofrece una manera única de transformar tu casa y convertirla en un espacio que te inspire y te haga sentir cómodo. Desde Coblonal, nos dedicamos a crear espacios estéticamente agradables, pero que también sean un reflejo de la personalidad y sello único de nuestros clientes. La elección de colores, materiales y disposiciones espaciales tiene un impacto significativo en cómo percibimos y vivimos en nuestros entornos. Entendemos la importancia de estos detalles y trabajamos estrechamente contigo para asegurar que cada proyecto refleje tus preferencias y estilo de vida.
Ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos en implementar el estilo de decoración que más te inspire. Nuestro equipo de diseñadores de interiores y arquitectos te guiará en cada paso.
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