Hemos decidido hacer un conjunto de preguntas a modo de cuestionario para diseñar un armario a medida. El objetivo es hacer pensar y definir, en la medida de lo posible, las características que más se ajustan a nuestras necesidades.
Aunque parezca fácil diseñar un armario a medida no lo es tanto. Y es que la dificultad está precisamente en tomar la medida. Con ello no nos referimos a las medidas exteriores del mueble, eso puede ser relativamente fácil, sino a la medida del contenido, de su facilidad de acceso, del tipo de contenido que va a llenar los estantes, cajones y colgadores. Evidentemente, también es importante el tipo de acabado, las dimensiones y por lo tanto su ubicación en el conjunto del espacio.
Empezamos:
No es lo mismo diseñar un armario para uno o para dos personas dado que ciertos aspectos se tienen que duplicar como las barras para colgar o cajoneras. Además tendremos que tener en cuenta si el armario va a servir para almacenar solo la ropa de temporada con la que nos vestimos habitualmente u otras piezas.
Lo ideal es gozar de un armario para la ropa de temporada y disponer de almacenamiento extra para hacer el temido «cambio de armario» cuando sea necesario. De este modo, dispondremos de suficiente amplitud para acceder fácilmente a todas las prendas.
A pesar de ello, a menudo debemos hacer espacio para otro tipo de prendas. La parte superior del armario, a la que no podemos acceder sin un taburete, resulta ideal para almacenar la ropa de cama o la ropa fuera de temporada. Lo que está claro, es que debemos saber desde un inicio si disponemos de otro tipo de espacio, como puede ser debajo de la cama o en un altillo o, por lo contrario, debemos prever espacio extra para este tipo de almacenamiento y así poder garantizar el máximo confort de acceso para las prendas diarias.
Es una pregunta crucial y no es necesaria una cifra exacta sino una horquilla de prendas. Si visitamos nuestro armario, fácilmente podemos contar las prendas que habitualmente ocupan nuestro vestuario del momento. Eso sí, sería bueno, aprovechar el momento de una mudanza para desprenderse de prendas que conservamos por su valor sentimental o por si acaso pero que nunca nos ponemos, ni tan solo en ocasiones especiales.
Tener en cuenta el tipo de ropa es muy importante dado que cada una precisa de un modo de almacenamiento distinto.
En este sentido, debemos decidir cómo queremos disponer la ropa en el armario. Es evidente que no vamos a colgar la ropa interior o los calcetines ya que estos se acostumbran a albergar en algún cajón o cesto interior. Pero la disyuntiva no resulta tan clara para prendas como los pantalones, camisetas o jerseys. Eso sí, las camisas siempre colgadas.
Es habitual colgar los pantalones en perchas normales en una misma barra junto a las camisas cuando solo disponemos de una sola barra para colgar las prendas, aunque existe la opción de disponer de un pantalonero en la parte inferior. La ventaja es que necesita un poco menos de espacio que las camisas y resulta más fácil acceder a ellos, así como colgarlos. Lo complicado es que no es una opción que permita ahorrar espacio en el conjunto aunque sí aporta confort.
Los complementos se acostumbran a poner en cualquier sitio y no disponemos de un espacio específico para ellos. Si lo tenemos previsto desde el primer momento, antes de realizar el diseño interior del armario, los relojes, sombreros, pañuelos, cinturones, corbatas y pajaritas se pueden almacenar en un espacio específico, como un cajón de poca profundidad o una estantería específica en un lateral.
Podemos prescindir de ello, pero si podemos incluir un espacio para complementos en el diseño desde un primer momento, no acostumbra a resultar un problema para situar el resto de prendas. Añadirlo luego siempre resulta más problemático dado que las medidas acostumbran a ser muy ajustadas.
Los armarios abiertos son más habituales en nuestras viviendas copiando, en gran medida, la disposición que vemos día a día en las tiendas de ropa. A pesar de ello, debemos tener en cuenta algunos aspectos antes de decidirnos por un armario abierto.
El primer aspecto es que ser capaces de mantener el orden requerirá de una gran disciplina por nuestra parte en el momento de doblar al ropa. Sobretodo cuando dudamos qué prenda nos ponemos y tenemos prisa. El segundo es prever la diversidad cromática de nuestra ropa y su impacto en el conjunto. Pues si tenemos camisas de rallas, de cuadros, rojas, negras y del mismo modo que no combinan entre sí, tampoco lo harán en el estante o el colgador. Así que deberemos prever un orden cromático que visualmente sea acorde con las cortinas, la ropa de cama y resto de materiales de la habitación. En un armario abierto nuestra ropa actúa como otro textil de hogar en el diseño interior del dormitorio o habitación.
En este caso, al margen de nuestra preferencia, la elección depende del espacio disponible en la habitación.
A nuestro entender, las puertas batientes son más útiles dado que puedes acceder fácilmente a todos los espacios del armario al mismo tiempo. Asimismo acostumbran a ser más económicas que las puertas correderas.
Por otro lado, las puertas correderas son una solución fantástica cuando la distancia entre el armario y la cama u otros elementos es muy limitada. Si no tenemos espacio suficiente para poder abrir las puertas cómodamente, las puertas correderas serán una opción obligada.
En algunos casos, aunque se disponga de espacio, se prefiere el efecto visual de dos grandes correderas que no las divisiones de las puertas batientes. En cualquier caso, desde Coblonal siempre que podemos aconsejamos las puertas batientes antes que las correderas por practicidad y durabilidad.
Una luz dentro del armario resulta de gran utilidad cuando los horarios de quienes comparten dormitorio no son los mismos. De este modo, la luz interior ilumina las prendas sin necesidad de encender otra luz y alterar el descanso de la pareja. Accesorio prescindible en la mayoría de casos, pero a tener en cuenta dependiendo de nuestro ritmo vital.
Cerca de los armarios habitan los espejos. En algunas ocasiones, podemos recurrir a incluir un espejo en las puertas o el lateral, si no disponemos de espacio en el resto de la estancia. O bien podemos dar amplitud y luz al conjunto con el reflejo de alguna ventana.
La decisión dependerá en buena medida de si disponemos de suficiente espacio de almacenamiento en otras partes de la casa o no. Si vamos apurados, aprovechar toda la altura posible para el armario es una buena opción. Ya sea para buscar dos alturas a las prendas de temporada o para reservar el espacio superior para cajas y bolsas con la ropa que no usamos tan habitualmente u otro tipo de almacenaje.
Hemos dejado para el último lugar los materiales con los que vamos a construir el armario y sus acabados.
El contrachapado y la estructura de hierro son nuestros materiales más habituales y siempre miramos de buscar materiales y acabados que vayan en consonancia con el resto de elementos de la vivienda. Buscar una continuidad para el conjunto para que cada habitación no sea un universo separado sino que podamos dibujar una linea estética común con sus pequeñas variaciones.
Esperamos que este conjunto de preguntas os ayuden a pensar las necesidades y preferencias a fin de sentar las premisas adecuadas para realizar un buen diseño para los armarios de cualquier proyecto de interiorismo.