Ideas para darle un toque industrial a una vivienda
El estilo industrial vivió su máximo esplendor a mediados del siglo XX. Muchas fábricas cerraron y pasaron a convertirse en viviendas y fue tendencia en muchos espacios de interiorismo de la mano del Art Deco. Esta disciplina artística comparte el gusto por la madera, el acero y el aspecto rudo desprendido por los espacios.
En los últimos años esta tendencia en decoración de interiores toma relevancia en la actualidad. 60 años después de su irrupción, el estilo industrial vuelve a estar de moda, no como una propuesta completa y homogénea en sus rasgos, sinó como ciertas pincelas que se pueden identificar en propuestas estilísticas de actualidad y de carácter más heterogéneo. Tiendas, locales de restauración y viviendas particulares están apostando hoy por vestir sus interiores con un diseño interior y decoración con toque industrial.
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¿Cuáles son los principios en los que se basa el estilo industrial?
Como no podría ser de otro modo, los principios estilísticos de este estilo se basan en la presencia de elementos propios o de inspiración en los espacios industriales clásicos. No hace falta, buscar un antiguo recinto industrial para re-adecuarlo como vivienda. El uso del hierro, la madera natural y el ladrillo los podemos identificar como los elementos estructurales básicos que podemos rescatar bajo nuestras paredes o a raíz del derribo de algún tabique o pared. Pero también podemos encontrar tonalidades y mobiliario que nos aporte cierto aire industrial al conjunto.
Colores grises y tierra con blanco de fondo
El gris es uno de los colores que más contribuye a imprimir un aire industrial a un espacio interior. Genera una atmósfera atemporal que permite combinarlo con prácticamente cualquier color. Sobre todo con sus complementarios, es decir, los colores tierra.
Los colores tierra cuentan con las tonalidades que más se identifican con el estilo industrial. Asimismo, materiales con estos colores como el cuero o la propia madera son los que más encajan con este estilo.
Aunque nunca se debería utilizar el blanco como color principal, esta tonalidad hace que los ambientes no parezcan demasiado oscuros. Aportan luminosidad al espacio interior. El blanco en el estilo industrial habría que utilizarlo como color de fondo en paredes y techo, en piezas específicas de muebles, en elementos de iluminación y en electrodomésticos como frigoríficos. En conjunción con los otros elementos aporta ligereza a un entrono denso.
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Ladrillo y metal
Como hemos comentado, la pared de ladrillo visto es también otro de los elementos que aportan un toque industrial a un espacio interior. Transporta al usuario a una fábrica de los años 50, en plena efervescencia del movimiento que puso en valor los valores de la estética industrial. Eso sí, apostamos por la autenticidad. Aunque existen opciones en el mercado que simulan visualmente, incluso con relieve, una pared de ladrillos antiguos de rasilla.
Junto al ladrillo, el metal es uno de los materiales que mejor imprimen un toque industrial a la vivienda. Este material lo podemos encontrar en diferentes aplicaciones: refuerzos estructurales, mobiliario, encimeras o instalaciones. Y concretamente el hierro, el acero inoxidable o el cobre son los metales más utilizados. Aportan al espacio un carácter sólido y rudo característico de los interiores industriales. No obstante, para suavizar y aportar un poco de calidez, suele combinarse con elementos de madera y textiles de colores suavizados.
Grandes ventanales
Los grandes ventanales eran fundamentales en las antiguas fábricas para favorecer una buena entrada de luz natural distribuidas a lo largo de una gran galería donde se disponía la actividad. Las distribuciones que conjuntan en una misma estancia salón, comedor y cocina pueden reproducir este gran espacio de trabajo. Si tenemos la suerte de juntar en un mismo espacio, ventanales que antes quedaban divididos entre diferentes habitaciones dispondremos de un efecto parecido.
En la mayoría de nuestros proyectos, partimos de viviendas ya existentes y en muy pocas ocasiones, participamos en proyectos de obra nueva. De este modo, en la mayoría de ocasiones no estamos en disposición de incidir en los diferentes ventanales de la vivienda, ni hacer modificaciones en fachada. Eso sí, la recuperación de ventanales antiguos o bien, la disposición de ventanales parcelados son recursos que pueden colaborar a realzar un aire industrial. Las ventanas grandes aportan luminosidad a un espacio donde dominan los elementos de gran solidez.
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Estructuras con imperfecciones
Ya hemos comentado que el estilo industrial surgió hace más de 60 años a partir de la transformación de antiguas fábricas en viviendas. Entonces, se diseñaron viviendas con las imperfecciones propias de un espacio decadente: grietas, golpes, abolladuras en superficies metálicas, etc.
Todos estos elementos, creemos que aportan autenticidad, historia y un aspecto vivido característico del estilo industrial que estamos tratando en este artículo. Si decidimos mantenerlos en un espacio interior conseguiremos imprimir un toque industrial muy interesante. Las grietas, los golpes y las abolladuras en superficies metálicas aportan imperfecciones que combinadas con otros elementos en perfecto estado y pulcro producen un efecto muy atractivo que con el contraste consigue realzar sus cualidades.
La imperfección, a menudo, es bella.
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