Cómo integrar la cocina al salón

Integrar la cocina al salón casi ha dejado de ser tendencia en interiores, dado que es una opción muy habitual en la inmensa mayoría de distribuciones actuales. Nuestras formas de vida han cambiado y con ello las distribuciones de los espacios donde vivimos. Preferimos espacios más amplios y con mucha luz y juntar el salón, la cocina y el comedor es una solución distributiva que maximiza el espacio y la luz. Además, es una opción distributiva más moderna e interesante que la cocina separada del salón.
En Coblonal Interiorismo contamos con distintos proyectos que unen el salón comedor con la cocina para mejorar el espacio y aumentar la luminosidad del hogar.
Te mostramos, a continuación, una serie de ideas para juntar total o parcialmente la cocina al salón y dotar a tu hogar de más espacio, más luz y más modernidad.
 

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Ideas para integrar la cocina al salón

Empezamos con las opciones más conservadoras donde ambas estancias quedan aún formalmente separadas pero se establecen medios de conexión.

Abrir el tabique

Incluir una obertura en la pared que separe la cocina del comedor es una opción que mantiene la independencia de ambas estancias y permitir una entrada de luz natural adicional desde el salón y permite pasar los platos de un lado al otro como si se tratara de un establecimiento de comidas. A pesar de estas ventajas creemos que podemos arriesgar un poco más…

Incluir una barra americana

Si somos un poco más ambiciosos y arriesgados, podemos ampliar esta apertura hasta media altura e instalar una barra volante con taburetes des de la zona de comedor. De esta manera, al margen de la mayor entrada de luz, ganamos algo más sensación de. Además, ganamos una mesa para el desayuno, leer el periódico o un lugar desde el que conversar con quien está cocinando, mientras conservamos espacio de almacenamiento, si incluyes armarios en la parte baja del muro. Pero aún podemos arriesgar un poco más…

Instalar una puerta corredera

Algunos de nuestros clientes, prefieren disponer de ambos mundos al mismo tiempo. Es decir, disponer de un espacio plenamente conectado, pero tener la posibilidad de parcelarlo si lo consideran necesario. En estos casos, hemos diseñado puertas correderas que queden escondidas o camufladas en el escenario abierto y aparezcan cuando queramos separar, por la razón que sea, ambos espacios. En cualquier caso, recomendamos una puerta corredera de cristal es una magnífica manera de integrar la cocina al salón. De esta forma, mantienes la independencia de ambas estancias, permites la entrada de la luz del salón a la cocina e imprimes una mayor sensación de espacio al conjunto. Si prevemos que la mayor parte del tiempo la puerta estará abierta pero nos queremos reservar la posibilidad de cerrarla, acostumbramos a proponer una puerta corredera hecha de hierro y cristal que funcione como una vitrina donde disponer parte de la cristalería u otros objetos.
 

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Llegamos a este punto y tenemos que asumir una verdadera transformación, que abrir el espacio significa prescindir de cualquier tabique o puerta y transformar el conjunto del espacio. Da igual donde esté la cocina originalmente. Si está en una habitación contigua al salón comedor no tenemos más problemas distributivos. Si se sitúa en otro lado de la casa, entonces la podemos convertir en un baño o una habitación. Dependiendo de las dimensiones del salón, podemos incluir allí mismo la cocina buscando la zona más adecuada pensando en los bajantes o renunciar a algún o espacio contiguo que nos permita disfrutar de una gran superficie abierta. En cualquier caso, supone un cambio distributivo en la zona social de la vivienda que con toda seguridad transformará nuestra experiencia cotidiana.

Os proponemos 3 opciones para abrir realmente la cocina y distribuir el conjunto del espacio.

Usar mobiliario y elementos delimitadores

No hacen falta muros para parcelar el espacio. El uso de mobiliario u otros elementos nos permite mantener la sensación de amplitud de espacio. Simplemente, con un armario a media altura u otro elemento como una butaca, o incluso una alfombra, situado estratégicamente en la zona donde quieres que acabe el salón y empiece la cocina ya tendrás suficiente para llevar a cabo una integración y distribución de las diferentes zonas sin la necesidad de levantar muros.
 

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Instalar una isla de cocina

A nuestro entender el recurso estrella para distribuir de forma abierta la cocina y el salón es una isla de cocina. Gracias a su instalación ganarás una superficie de trabajo extra para cocinar, si le colocas sillas o taburetes alrededor, un lugar para comer. Pero también un espacio para charlar, leer la prensa o hacer los deberes o abrir una zona de paso.
 

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Alinear la cocina con el salón

Sobre todo en hogares muy pequeños, una manera de aprovechar el espacio es utilizar una o dos paredes perimetrales del espacio para colocar todos los elementos de la cocina en línea y, a continuación, proseguir con los distintos elementos del salón: televisión, etc. Es una opción muy moderna de integrar ambas estancias y de exprimir el espacio en lugares de reducidas dimensiones.