Iluminación que moldea los exteriores y sirve a la función y a la estética
A la hora de llevar a cabo cualquier proyecto de arquitectura e interiorismo, en nuestro estudio, hemos aprendido en el terreno que los detalles, lejos de ser elementos minúsculos, son determinantes para poner en práctica un interiorismo con mayúsculas. Todos los elementos se conectan, interfieren e integran para ofrecer un conjunto que respira y se mueve con las necesidades vitales de las personas que lo habitan. En definitiva, pensados para ser vividos, no solo contemplados.
Entre la amalgama de temas a tener en cuenta, uno de los aspectos que últimamente nos llama la atención en nuestro estudio en Barcelona es el papel que juega la iluminación en los exteriores, ya sea un balcón, terraza…en definitiva, cualquier zona exterior. Las funciones de la iluminación trascienden la simple funcionalidad lúmínica aportando muchas otras funciones no tan evidentes que colaboran en la definición concreta del espacio.
Queremos analizar esta multifuncionalidad, presenta y variable según la climatología o área geográfica en la que se ubica la vivienda.
Por ello, en el post de hoy, analizaremos y profundizaremos sobre la iluminación exterior como un elemento que gana cada vez más importancia en nuestros proyectos: la iluminación en exteriores, para así comprenderla e integrarla mejor en la proyección de las viviendas. Unas viviendas que, según la creciente corriente de arquitectura e interiorismo, están al servicio de las emociones, la comodidad, la estética y el desarrollo vital.
Como un guardián de la vivienda, la iluminación de exteriores, bien canalizada y distribuida, puede servir a propósitos mucho más amplios que los meramente lumínicos, desde crear espacios acogedores para propiciar las reuniones sociales, a reforzar el paisajismo, cambiar colores y ambientes o incluso aumentar la seguridad.
Tratada como un baño de pintura y un distribuidor de espacios, la iluminación de exteriores puede ser una aliada, no solo fuera, también dentro al posicionarse como continuidad del interior, lo que propicia un proyecto integral y pulido.
Dentro de la categoría de espacio exterior, podemos considerar un balcón, patio, terraza, jardín o una pequeña zona ajardinada. Las fachadas también podrían formar parte de este conjunto.
Para comprender el papel que juega la iluminación en exteriores, puede ser de utilidad establecer las funciones, que proporcionan hasta ahora, o ¿Por qué no? Imaginar aquellas que podrían tener en un futuro para integrarlas en la proyección del exteriorismo e interiorismo.
Por ello, hemos comenzado una lista de funciones que lejos de ser cerrada, puede ser un briefing dinámico de gran ayuda a la hora de sentar bases para un proyecto personalizado…donde destacan las dimensiones de uso, pragmáticas y estéticas, aunque no son separadas y se pueden relacionar:
Podemos distinguir tres grandes estrategias lumínicas con las que conseguir una sinergia funcional y lumínica en nuestros espacios. A raíz de estas, podemos hacer más compleja nuestra categorización a fin de adaptarnos en mejores condiciones a las características del exterior y su interacción con el interior. Patrones-propuesta para abordar cualquier exterior maximizando su funcionalidad.
Estas estrategias son combinables y de hecho recomendamos la inclusión de diferentes escenas en que estos aspectos se puedan ambientar de diferentes modos estos entornos para hacerlos más habitables. El exterior de nuestras viviendas, precisa de ciertos cuidados y siempre corren el riego de caer en el abandono, del que entonces resulta muy complicado salir. En los meses de verano, cuando estar en el exterior resulta más favorable, una buena iluminación resulta clave para su mejor aprovechamiento. En los meses de invierno, la falta de luz solar no invita a pasar tiempo en el exterior cunado este desaparece. A pesar de todo, debemos contemplar cómo desde el interior el exterior se presenta como un escenario a contemplar y completar el interior. Aunque nuestra actividad se centre en el interior, el exterior, con una escena lumínica mínima, nos puede ayudar en la seguridad de nuestra vivienda y sacar provecho de todos los espacios.
En definitiva, una buena arquitectura de luz en el exterior supone un acento en la totalidad del proyecto, que como siempre se desprende en beneficios para el usuario, como refuerzo a sus actividades vitales. Aspecto de vital importancia para nuestro estudio.
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