El interiorismo y la renovación integral que hicimos de este piso situado en Sarrià, nos llevó a crear un espacio abierto y moderno para poder cumplir las expectativas de nuestro cliente, tanto en los elementos de decoración, como en la funcionalidad del proyecto.
En este proyecto de interiorismo y decoración teníamos un reto: aprovechar al máximo la superficie de la vivienda de 70 metros cuadrados, conseguir una distribución del espacio que fuera lo más abierta posible entre las dos habitaciones, y lo más encantador de la vivienda: generar un volumen central cubierto de madera de parqué, concebido como un espacio multifuncional.
Este volumen central y multifuncional engloba el escritorio, el baño, el armario, el cuarto de la lavadora/secadora, y un mueble para almacenaje frente al salón-comedor. Todas las estancias gravitan alrededor de ese espacio generado en el centro de la vivienda, para darle funcionalidad y aprovechar los metros cuadrados, y así no perderlos en el antiguo pasillo.
Hemos primado la funcionalidad del espacio exprimiendo al máximo la superficie, para cubrir todas las necesidades del cliente: un dormitorio luminoso, accesos funcionales, armarios, espacio entre el primer dormitorio y el segundo, donde el primer dormitorio es el principal, y donde el segundo es una estancia polivalente que puede usarse como estudio o sala de estar, pero cuando se usa como dormitorio, entran en juego las puertas correderas para cerrar la estancia y darle privacidad. Se han utilizado puertas correderas en toda la vivienda para conseguir aprovechar cada metro cuadrado.
Estamos ante una vivienda atemporal, de estilo masculino y contemporáneo, donde la ternura y la calidez la encontramos en el atrezo del mobiliario usado.
Hemos combinado los acabados de estilo masculino con un punto de dureza, pero contrarrestándolos con la calidez que desprenden los tejidos que habitan la vivienda, como el sofá y sus cojines, las texturas de lino natural para vestir la cama o el cortinaje, o el cuadro de distintas tonalidades que domina el salón-comedor.
Cromáticamente se define con colores topos, piedras y negros; el pavimento está formado por una pieza de gran formato metro por metro, porcelánico con textura.
La decoración del volumen esta aplacada con madera de roble de tonos grisáceos. La cocina, de la casa Boffi, tiene acabados lacados y metálicos, y se diseñó con el objetivo de que no compitiera con el pavimento negroso ni con la madera del volumen nervador.
La fusión del interiorismo y la decoración de este proyecto nos traslada a un espacio abierto, elegante, sereno y cálido a la vez. El volumen central y multifuncional que conecta todas las estancias, proporciona una distribución del espacio abierta y accesible.