Ático en Vallcarca

Un refugio urbano que huye de los convencionalismos

Evitar los espacios hegemónicos de color blanco. Ésta fue la premisa de nuestro cliente, amante del ciclismo y con tres hijos, que puso sobre la mesa antes de iniciar el proyecto. Y, precisamente, ésta fue la primera piedra para materializar un proyecto que sigue una línea estilística que se nutre de cromatismos oscuros, sigue una estética industrial y viste el espacio con materiales metálicos y diferentes tonalidades de madera.

Y es que, para potenciar los puntos fuertes de este privilegiado ático, hemos reformulado la zonificación de las estancias para conseguir abrir el espacio y así aprovechar las vistas panorámicas del hogar. El resultado final es la creación de un escenario que desprende confort, calidez, elegancia y carácter, obtenidos a través de la conjugación de materiales oscuros, una iluminación meditada al milímetro y un pavimento de madera que viste toda la vivienda.

La sala de estar: una oda al ciclismo acompañada de unas vistas panorámicas espectaculares

En la plantilla estilística de este proyecto, la sala de estar brilla con luz propia. Su rediseño se formuló con el principal objetivo de destacar las vistas y aprovechar la gran luminosidad proveniente del exterior. Se trata, pues, de un diseño que se ha forjado para que quede lo más abierto posible, para favorecer su circulación y conseguir la confluencia entre diversas zonas.
La sala aparece integrada con la cocina y la zona de comedor queda vestida con una mesa cuadrada, sillas de rejilla y una lámpara modelo “Bohemia” de la marca Marset, en acabado ámbar.

Para acompañar estas vistas, hemos incorporado un sofá con brazos de madera de la marca Joquer, un sillón de piel de color coñac de la marca Normann Copenhagen y un gran mueble de madera y chapa metálica negra que incluye una chimenea de gas y un espacio para alojar la televisión acompañado con una lámpara de pie pequeña de la marca Santa&Cole. Armonizar estos elementos ha sido una apuesta que ha resultado con la creación de una acogedora, confortable y exclusiva sala de estar.

Una de las pasiones de nuestro cliente es el ciclismo. Y para que quede impregnada dentro de la vivienda, hemos convertido esta zona en una oda a esta pasión, presentando una pared de chapa perforada confeccionada para favorecer la movilidad de los diferentes objetos y elementos de preferencia del cliente: imágenes de ciclismo, bicicletas y trofeos.
Es una zona que, en esencia, queda fusionada con unas vistas panorámicas espectaculares y logra convertirse en el clímax de este proyecto.

Cocina y baño de invitados con sello distintivo Coblonal

La cocina, abierta al comedor y enmarcada por la “Caja Coblonal”, combina armarios panelados con frontales de madera. Una isla de acero inoxidable y madera, acompañada de taburetes de piel negra y madera de la marca Carl Hansen&Son, se convierte en el centro de atención y en el punto idóneo para reuniones y conversaciones mientras se cocina.

Al otro lado de la “Caja Coblonal” aparece integrado el lavabo de invitados. En este caso, optamos por articular un baño con microcemento blanco que hemos combinado con grifos negros y detalles de madera como elemento de contraste. Se logra un interesante juego de claro oscuro entre el panelado gris de los armarios y la claridad que se logra al abrir la puerta y acceder al baño blanco.

La suite: un reto distributivo

Distributivamente, fue todo un reto enfrentarnos a la reformulación de ese espacio. A petición particular del cliente, el principal objetivo era transformar esta estancia en una unidad independiente dentro del mismo hogar.

Planteamos un escenario dotado con zonas y elementos que satisfacen las necesidades de su día a día. Y, precisamente, uno de los requisitos era la confección de un baño completo. La solución, fue integrarlo en la suite. Un movimiento que nos permitió añadir tanto una bañera, como una ducha e incorporar otros elementos de higiene imprescindibles como un lavamanos. Además, para favorecer la intimidad, las zonas de la suite se pueden aislar gracias a una puerta corredera con perfilaría de madera y frontales de cristal mil rayas que permite, a gusto del cliente, diferenciar el área de baño con la del WC.

En cuanto a los materiales empleados para la construcción de la suite, optamos por vestir la ducha, el suelo, las paredes y el mueble de lavamanos con microcemento continuo en color gris. Todo, sellado por luces LED en la parte inferior.

El vestuario, ancho y funcional, combina una zona cerrada con un área abierta diseñada para colocar vestidos y camisas.

Las habitaciones: tres cápsulas individuales cargadas de personalidad

Adentrándonos en las estancias, el plano de este ático pone sobre el papel cuatro habitaciones, tres de las cuales se han destinado a alojar a los tres hijos de nuestro cliente. Y para construir un pequeño refugio dentro de casa por cada uno de ellos, hemos confeccionado tres cápsulas que plasman su personalidad y se adaptan a sus necesidades particulares. Para conseguirlo, hemos partido del recurso «color acento», que permite realizar modificaciones cromáticas fácilmente según los gustos y preferencias del usuario de cada dormitorio.

Como nexo común que une estos tres espacios, cada una de las habitaciones ha sido diseñada para alojar una zona de estudio, una zona de vestuario y una cama de 140×200 cm.

Cada una de las habitaciones parte de un color neutro como base y se han incorporado tres colores distintivos para dotarlas de personalidad: verde, azul y rosa. A partir de estos bloques de colores, los espacios juegan con varias tonalidades, desde azules eléctricos y marinos y tonalidades verdosas, pasando por rosa palo y magenta.

Hay que añadir que en todas ellas despunta un elemento diferencial: hemos jugado con tres lámparas distintas que se han incorporado a cada una de las estancias. En el caso de la habitación rosa, destaca la lámpara suspendida del modelo «Gople», de Artemide. En la habitación azul se ha instalado una lámpara lineal de forma tubular que ilumina la zona del escritorio, diseñada exclusivamente por el equipo Coblonal.

Por último, en cuanto al dormitorio de tonalidades verdosas, ha sido uno de los desafíos del proyecto en términos de distribución. Para dotar al espacio de funcionalidad, se ha puesto sobre la mesa todo un conjunto de estrategias que han permitido sacar partido y aprovechar cada rincón. En este caso, la cama aparece elevada para dar paso, justo debajo, a un vestuario y un escritorio exento. Y, además, sin perder de vista las necesidades concretas del usuario, hemos diseñado una estantería anclada de doble funcionalidad: actuar como soporte para una televisión y, en paralelo, convertirse en un punto de almacenamiento de libros y elementos decorativos.

Una terraza acogedora que abarca toda la vivienda

Un oasis de calma que alcanza el cielo y las nubes en plena efervescencia urbana. La terraza es el elemento distintivo de este ático. Rodea toda la vivienda y se convierte en el idílico escenario para compartir momentos con la familia o los amigos. Un rincón de placer, calma y bienestar.
Para potenciar su funcionalidad, hemos seccionado cuidadosamente tres zonas diferenciadas: la zona lounge, que aparece como una unidad acogedora y que hemos dotado con un banco de madera y almohadas confeccionadas a medida y que invitan a saborear un momento de pausa y contemplar las vistas panorámicas a la ciudad de Barcelona.

Adyacente a esta zona, hemos creado un área de comedor exterior, vestida con una mesa extensible y con sillas de exterior pensadas para acompañar comidas al aire libre en compañía de familiares o amigos.

Plano de distribución

¿Cómo era antes?

Fotografías por: ©Heidi Cavazos

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