Cosas a tener en cuenta en una vivienda a reformar

En esta entrada reflexionamos sobre las cosas a tener en cuenta en una vivienda a reformar. Información de utilidad si pensamos en invertir en obra nueva o segunda mano.

¿Comprar obra nueva o reformar?

Es evidente que desde Coblonal Interiorismo siempre os propondremos reformar. Nos ganamos la vida con ello.

Asimismo, existen otros argumentos que os pueden convencer para comprar un piso a reformar.

El primero de ellos es económico. Podemos adquirir una vivienda que por su estado original presente un precio metro cuadrado mucho más bajo que el precio de una vivienda de obra nueva o reformado recientemente en esa zona.

El segundo argumento es la posibilidad de modificar la distribución y acabados de acuerdo con nuestras necesidades y preferencias propias.

Si bien es cierto que podemos tener la suerte de encontrar una vivienda recién reformada a un precio, configuración y acabados con los que nos podemos sentir cómodos. Lo habitual será que este tipo de viviendas duren poco tiempo en el mercado y exista una feroz competencia para hacerse con ellas.

En cualquier caso, nuestro argumento de peso para optar por reformar es el segundo: la posibilidad de personalizar tu vivienda a tus costumbres y gustos particulares. Si además la reforma nos permite ahorrar algún dinero frente a la compra de obra nueva, mejor.

Aspectos a tener en cuenta

 El primer aspecto a tener en cuenta si nos disponemos a comprar un piso a reformar es el importe, aproximado pero fiable, de qué nos podría costar la reforma. Para ello, lamentamos decir que no hay una fórmula infalible para obtener un precio cerrado. Depende en gran medida del tipo de actuaciones, de la calidad de los materiales, así como de las personas implicadas en su diseño y ejecución.

Si visitamos un piso a reformar deberemos prestar atención al tipo de actuaciones imprescindibles, recomendables y accesorias.

Si el piso requiere de una reforma integral podremos hacer un cálculo aproximado a partir del número de metros cuadrados a reformar, así como el número de aseos y la carpintería prevista.

Miraremos si hay que derribar tabiques, falsos techos o realizar actuaciones que requieran una modificación o refuerzo de la estructura que sostiene la vivienda. Esto también determinará el tipo de permiso o licencia municipal que debamos obtener. En caso de modificar la estructura los costes serán mayores, necesitaremos presentar el proyecto al ayuntamiento, así como a la comunidad de propietarios y demorar en al menos un mes el tiempo de inicio de obras a contar desde la presentación de la documentación. 

Si optamos por una reforma parcial, dado que creemos poder aprovechar una parte de lo existente, nos deberemos fijar en la siguiente lista:

  • Los ya mencionados derribos de tabiques y paredes y la obra nueva,
  • La adecuación de la instalación de electricidad, agua, desagües y climatización
  • El estado de los revestimientos de pavimentos y de paredes de zonas húmedas.
  • La carpintería de puertas, rodapiés y mobiliario existente como armarios empotrados.
  • Los cierres exteriores de la vivienda.
  • El coste aproximado del mobiliario de diseño, compra y textiles necesarios.

Es preciso tener en cuenta que en muchas ocasiones sale más caro tratar de restaurar lo existente que instalar algo nuevo. Con los cierres de madera de ventanas y balcones o bien herrajes de hierro forjado es habitual que queramos mantener la estética y encanto de los originales. Pero contrariamente a lo que podríamos pensar, no nos vamos a ahorrar nada con la restauración. Todo lo contrario.

Todas estas actuaciones sumaran un monto u otro dependiendo del tipo de acabado que escojamos.

Actuaciones y calidad para un presupuesto dado

Las actuaciones y la calidad de los acabados funcionan como dos palancas diferentes pero interrelacionadas con un presupuesto ajustado, como el de la mayoría de mortales. Quizás nos debemos plantear la urgencia o no de determinadas actuaciones en función de los acabados escogidos.

En definitiva, con un presupuesto determinado deberemos encontrar un equilibrio entre actuaciones y acabados a fin de conseguir realizar lo imprescindible y recomendable en las mejores condiciones posibles.

También podemos optar por dejar algunas actuaciones para más adelante para realizarlas de la forma más adecuada o bien porque aún no estamos seguros. 

De estas tres variables: actuaciones, acabados y profesionales; os recomendamos que en ningún caso arriesguéis con la tercera. Lo sabemos, somos parte implicada, pero no está de más advertir que en muchas ocasiones acabamos actuando como el cirujano que revierte desastres. Estos acostumbran a ser más costosos que una buena actuación de un inicio. Y en la mayoría de ocasiones, no depende tanto de la calidad del material, sino de la calidad del trabajo humano, de malas decisiones, de descuidos, de inexperiencia, ignorancia o dejadez.

Contratar profesionales de experiencia contrastada será siempre una buena inversión. Nosotros u otros profesionales os podrán asesorar de algún modo con el coste aproximado del trabajo y calcular así la conveniencia o no para invertir en la compra de una vivienda a reformar.

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