Chalet con piscina en Begues

Una vivienda contemporánea pensada desde la arquitectura. En Begues (Baix Llobregat, Barcelona), sobre una parcela de 826 m², el equipo de Coblonal Interiorisme, estudio de interiorismo en Barcelona, ha proyectado una vivienda unifamiliar donde arquitectura e interiorismo nacen del mismo trazo.

Se trata de un proyecto residencial integral pensado desde su propia jerarquía formal, material y espacial. Cada estancia, cada circulación y cada apertura responde a una visión arquitectónica global que se traslada con precisión al diseño interior.

La vivienda se organiza en dos plantas claramente definidas: la planta baja, que articula la vida cotidiana y social del hogar, suma 112 m² interiores y un garaje de 36 m² a nivel de calle y una gran superficie exterior de 650 m² que comprende terraza, piscina, porche y jardín. La primera planta 58 m² interiores y 61 m² de terraza— reúne la zona de noche.

El resultado es una pieza de arquitectura contemporánea: obra vista cerámica, volúmenes limpios, detalles metálicos negros y un cuerpo superior en blanco que remata la composición volumétrica. Una casa energéticamente eficiente, equipada con placas solares, y concebida desde su origen como un proyecto arquitectónico y de diseño integral.

Planta baja: eje social de la vivienda

Un recibidor en doble altura que organiza la casa

El acceso principal a la vivienda empieza en un recibidor en doble altura que funciona como espacio de bienvenida y pulmón central de la casa.

La sensación de amplitud se potencia con una escalera en forma de “L” con estructura metálica, peldaños de roble y barandilla de vidrio. Su posición frente a una gran ventana permite que la piscina y el jardín formen parte inmediata de la escena interior, favoreciendo la interacción de la dualidad interior-exterior.

En el lateral derecho del recibidor, se organiza la zona de almacenaje con un amplio armario ropero, integrada en una pared pintada en gris taupe. Este color introduce la caja Coblonal – nuestro sello inconfundible – que actúa como elemento unificador de la planta baja. Desde este vestíbulo, se accede a la suite de planta baja, al baño de cortesía, al garaje (pensado para alojar dos coches) y a la zona de día (cocina-comedor-sala de estar).

Baño de cortesía:

Pensado para los invitados y situado cerca del recibidor, el baño de cortesía es el único baño que no se vincula a una habitación, por lo que sirve a la zona social.

A pesar de su tamaño reducido, en este punto apostamos por una estética oscura que crea un ambiente íntimo: porcelánicos de gran formato en negro con vetas claras, un frontal de pequeñas piezas cerámicas vidriadas, griferías en dorado cepillado y un mueble volado de roble hecho a medida.

La elección del oscuro no es casual. En espacios pequeños, oscurecer paredes y techo desdibuja los límites y genera una profundidad inesperada. El resultado: un baño compacto con personalidad propia.

Una gran puerta corredera metálica con vidrio texturizado tipo “mil rayas” separa el recibidor de la zona de día abierta. Esta carpintería metálica divide acústicamente las dos zonas y, a su vez, tamiza la entrada de luz y queda completamente integrada en la caja Coblonal cuando está cerrada.

Zona abierta: cocina-comedor-sala de estar

Cocina: madera de roble, detalles en negro y volumen central

Un espacio cálido, ordenado y funcional y que se ha trabajado, principalmente, en madera de roble. La isla rectangular central concentra dos usos: zona de cocción y una zona de barra elevada con taburetes.

La campana extractora queda a la vista y, como la grifería y las patas de los taburetes, se resuelve en negro mate, reforzando el lenguaje contemporáneo del conjunto.

En el perímetro, un lineal de almacenamiento integra los electrodomésticos (microondas, horno…), respetando la limpieza y nitidez visual del espacio. Los muebles altos del área del fregadero se han diseñado como una vitrina con perfilería negra y vidrio texturizado tipo “mil rayas”.

En la pared opuesta, se ubica la nevera americana y, junto a ella, una zona de desayunador. Esta área – cada vez más presente en proyectos residenciales – se ha pensado como un espacio práctico y visible que concentra todo lo necesario para el desayuno y las rutinas de primera hora del día: cafetera, tostadora, estantes abiertos para tazas y pequeños utensilios, un frutero siempre accesible y, como detalle práctico y cotidiano, un exprimidor de naranjas colocado en la balda superior, listo para preparar zumos recién hechos.

Este módulo incorpora estantes abiertos y zonas delimitadas para cada pieza, lo que permite mantener el orden sin renunciar a la comodidad. Su diseño, integrado con el mobiliario principal y confeccionado con la misma madera de roble, aporta continuidad estética y convierte esta franja en un pequeño “hub doméstico” que facilita las rutinas matinales y optimiza la circulación dentro de la cocina.

Una puerta corredera conecta la cocina con el lavadero, que mantiene el mismo lenguaje material y cromático predominante en el espacio. Los tiradores del mobiliario, hechos a medida, se integran en la misma madera, reforzando la unidad del volumen.

Comedor y sala de estar: un espacio abierto en tonos cálidos

Una librería de roble hecha a medida da paso a la zona del comedor y refuerza la continuidad material de esta zona abierta. De nuevo, aparece la caja Coblonal en gris taupe, que unifica la zona social.

El comedor se organiza alrededor de una mesa de madera en tonos claros y sillas tapizadas en gris, que enlazan cromáticamente con el gran sofá de la sala, creando un ambiente suave y confortable que invita a un momento de pausa.

El pavimento porcelánico de gran formato en color arena recorre toda la planta y aporta continuidad y cohesión espacial.

El frontal principal integra chimenea de gas, televisor, un mueble bajo y una balda superior en roble. Al desplazarse hacia la derecha, gana profundidad para convertirse en una zona de trabajo con escritorio. Sobre ella, nuevas baldas ocupan un hueco arquitectónico que introduce movimiento y juego de volúmenes, otro de los sellos característicos de este proyecto.

Suite de la planta baja: luz y salida directa al exterior

La suite de la planta baja combina descanso y practicidad y conexión directa con el exterior.

El dormitorio incorpora una cama doble cuyo cabezal integra una hornacina metálica negra que actúa como mesita de noche. Todo este conjunto, aparece acompañado por una estantería de roble que configura un pequeño rincón de lectura con un sillón, orientado hacia el jardín. La habitación se abre directamente a la zona exterior y acentúa la sensación de amplitud. La salida directa a la zona exterior aporta luz natural y prolonga la percepción espacial, y convierte este espacio íntimo en un escenario cómodo y práctico.

Baño en suite: carácter, textura y continuidad cromática

Para el diseño de este espacio, apostamos por un enfoque más expresivo, e introducimos elementos que aportan identidad sin romper la coherencia global del proyecto.

El frontal principal incorpora un papel pintado con motivos botánicos y una estética tropical reinterpretada que juega con tonos arena, verdes profundos y acentos rojizos. Un esquema de colores que se integra perfectamente con la paleta neutra de la habitación.

Sobre este frente se sitúa un espejo circular retroiluminado que genera un halo de luz cálida y suaviza la composición. Justo debajo, un volumen suspendido de madera de roble alberga el lavamanos y mantiene la continuidad material con el resto de la planta. La grifería en acabado dorado cepillado introduce un punto de sofisticación y diálogo con la iluminación envolvente.

La zona de ducha está revestida con piezas cerámicas verticales en gris vidriado, de formato rectangular y acabado ligeramente ondulado, que aportan textura y reflejos suaves. Este revestimiento se prolonga hasta la hornacina jabonera integrada. De este modo, logramos generar una continuidad material y un acabado limpio y preciso y, a la vez, crear un contraste y ritmo visual entre las piezas vidriadas de la ducha y el papel pintado del frente principal.

Primera planta: confort, madera natural y vistas abiertas

Cuando planteamos el diseño interior de esta planta, nuestra intención era clara: crear una atmósfera más cálida para la zona de noche y que quedara visiblemente diferenciada de la planta baja. Para lograrlo, hemos pavimentado este espacio con parqué de roble natural.

Cabe añadir que todas las habitaciones están conectadas con la terraza exterior.

Suite principal: una coreografía espacial entre dormitorio, vestidor y baño

La suite principal es uno de los espacios más representativos del proyecto. Se articula a partir de un cabezal hecho a medida en roble, punto de soporte de la cama, y que, en su parte posterior, integra un escritorio.

Detrás del cabezal —y sin separaciones— se despliega el vestidor, realizado en madera de roble. Las dos puertas protagonistas están confeccionadas con frontales de vidrio ahumado enmarcado en madera, aportando profundidad y ligereza.

La conexión con la terraza es inmediata y la transición hacia el baño se resuelve con una puerta corredera de gran formato. Al abrirla, aparece el elemento protagonista: una bañera exenta bajo una gran ventana que enmarca el paisaje.

El baño – separado por una puerta corredera de grandes dimensiones – conjuga porcelánico de gran formato en gris, griferías negras y un lavamanos doble con picas integradas en el mismo porcelánico que la ducha.

Exterior: continuidad con la arquitectura y la vida al aire libre

El diseño exterior funciona como una extensión natural de la arquitectura de la vivienda. El pavimento en baldosa de tonos arena-tierra define los recorridos principales: el porche, la zona perimetral de la piscina y el acceso a la vivienda.

Este material dialoga con el ladrillo cerámico de obra vista de la planta baja y con el volumen superior en blanco. Así, logramos crear una composición coherente y limpia.

Habitación juvenil: un volumen rojo que introduce el lenguaje estético de la suite

La habitación juvenil se organiza alrededor de una cama doble y un volumen de color rojo terracota que integra vestidor y zona de escritorio, y que además mantiene una relación visual directa con la escalera a través de un vidrio fijo.

El baño en suite cuenta con un revestimiento continuo de microcemento, mobiliario de roble a medida, griferías negras y una ducha revestida con porcelánico de gran formato con vetas en tonos blancos y anaranjados. Una hornacina metálica iluminada completa el conjunto.

El porche de entrada: acceso ordenado y transición exterior-interior

El acceso principal se articula a través de un porche protegido, formado por el vuelo del volumen blanco de la planta primera y enmarcado por los muros de ladrillo visto.

Este espacio proporciona sombra, jerarquiza la entrada y crea una transición suave entre calle y vivienda. La puerta de grandes dimensiones de madera vertical refuerza este gesto, aportando calidez y presencia.

El recorrido hacia el porche se construye mediante una superficie pavimentada que conecta directamente con la calle, flanqueada por una zona ajardinada y áreas de grava que acompañan el límite de la parcela.

El pavimento conduce al visitante de forma directa y ordenada hasta la entrada, mientras el jardín introduce vegetación y suaviza el encuentro entre arquitectura y entorno.

Zonas exteriores vinculadas a la vida cotidiana

Bajo el porche posterior, conectado de forma directa con la cocina, planteamos una zona de comedor exterior y una área de solárium orientada hacia la piscina. La geometría perimetral de las baldosas genera continuidad alrededor de la piscina, y permite una circulación cómoda entre los diferentes espacios de ocio.

Además del pavimento principal, se incorpora una segunda área pavimentada con piedra, que añade textura, funciona como superficie de transición y delimita zonas más íntimas del jardín.

De este modo, la imagen general de la vivienda —planta baja en ladrillo, volumen superior blanco y carpinterías negras— se mantiene también en el exterior. Este planteamiento espacial nos permitió asegurarnos que la transición entre interior y exterior sea coherente a nivel volumétrico, material y cromático.

Un proyecto que nace de la arquitectura y crece en el interiorismo

Esta vivienda situada en Begues es un ejemplo preciso de lo que sucede cuando la arquitectura y el interiorismo trabajan desde una misma matriz conceptual desde el inicio: una jerarquía de volúmenes, una continuidad material que sostiene el conjunto y un diálogo constante entre luz, textura y escala.

Un proyecto integral, contemporáneo y eficiente que refleja la identidad de Coblonal y nuestra forma de entender el acto de habitar un espacio: como una experiencia completa que empieza mucho antes de entrar en casa.

Fotografías por: ©Heidi Cavazos

Plano de distribución

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