Proyecto de Interiorismo de una casa en la que el elemento distribuidor de la reforma es la cocina.
Tanto en el interiorismo como en la decoración de esta casa unifamiliar situada cerca de la Sagrada Familia, en Barcelona, la cocina es la herramienta distributiva en relación al resto de las estancias y plantas.
La cocina de la casa objeto de este proyecto de interiorismo, actúa como un elemento distribuidor que aloja el pequeño recibidor y funciona como paso al resto de las plantas. Vemos, por tanto, que disponer de pocos metros cuadrados no es un impedimento para que el resultado de la reforma integral sea una cocina de dimensiones generosas.
La barra central a lo largo de la cocina, ofrece paso por un lado y espacio de trabajo para la cocina en el otro lado. De esta forma, se consigue añadir superficie de trabajo en la cocina y solucionar en un mismo espacio la ubicación de dos estancias.
Para la decoración de este proyecto, fue importante distribuir el mobiliario de manera que se consiguiera el máximo de espacio disponible; de este modo los elementos forman parte indisoluble del espacio que se quiere recrear.
Disponer de artesanos que realicen nuestros propios diseños nos da la oportunidad de distribuir las estancias en espacios abiertos a partir del mobiliario y conseguir de este modo una doble funcionalidad.